Kentia (Howea Forsteriana)

En nuestro vivero tenemos ejemplares de Kentia en maceta pequeña con una altura total de 2,5-3 metros. Se le llama también Palma del Paraiso y es originaria de la Isla de Lord Howe, al Este de Australia. 

Esta curiosa planta suele ser bastane dócil a cada uno de los espacios donde la queramos introducir. La forma y el estilo de este simpático follaje es lo que ha hecho que haya mucha gente que se interese por él. Actualmente es una de las mejores plantas de interior que hay en el mercado.

Posee un tallo central corto y fuerte del que parten unas hojas abiertas en forma de palma que alcanzan hasta el metro y medio de longitud y que con el tiempo y como consecuencia de su peso la planta va adquiriendo un porte arqueado de suma elegancia. Este aspecto hace que muchas personas se fijen en esta palmera decorativa como una de las mejores para los espacios interiores.

La Kentia suele ser una planta de gran tamaño por lo que debe ponerse en espacios amplios para que pueda estar bien organizada y crezca sin nigún tipo de limitación. El calor y la humedad son los secretos para conseguir buenas Kentias. Debemos también rociar las hojas de modo habitual en especial cuando la calefacción reseque el ambiente.

El follaje prospera en situciones poco luminosas pero es preferible que disponga de claridad. Rechaza los lugares sometidos al sol directo y no soporta los encharcamientos, sobre todo en invierno. Hay que comprobar que la maceta drene bien y no se acumule el agua en el fondo.

Si se trasplanta hay que llevar mucho cuidado con el cepellón que no se rompa, la planta lo acusaría mucho o podría morir. Es una de las palmeras mas delicadas que hay al trasplante.